Los tenderetes de caracoles y las terrazas de los bares y tabernas de cocina casera alegran las calles en primavera gracias en parte a sus tapas de caracoles. Los cocinan con un rico caldo especiado o en salsa de diferentes tipos como la de almendras o la picante.
El caracol es uno de esos animalitos que a la hora de ponerlo en la mesa hay quien se chifla por ellos o los hay que se tienen que levantar del tedio que les producen. Pero repetimos, a quienes les gustan, les gustan de verdad. Hay niños que se divierten sacando con un palillo de dientes al caracol de su concha. ¡No dejan ni uno dentro!
Nutricionalmente hablando, la carne de caracol tiene una importante calidad. Posee un alto contenido en minerales, es pobre en grasas y colesterol, contiene 9 de los 10 aminoácidos requeridos por el ser humano, y al ser un molusco herbívoro, convierten proteínas vegetal en animales de gran calidad.
¡Ojo! Cuidadito con las cáscaras del caracol, que nos pueden dar algún que otro susto con los niños. Dáselos desprovistos de concha si son aún pequeños.
También es importante limpiarlos bien antes de guisarlos. Hay quien los mantiene varios días en un barreño para que coman harina y se les limpien los intestinos. Pasado este tiempo, sumérgelos en una olla con agua fría con sal y un poco de vinagre durante algunas horas, para que suelten toda la baba. Luego lávalos varias veces con agua fría.
Para cocinarlos, introdúcelos en una olla con el agua aún fría ya que si el agua está caliente, se meterán de inmediato dentro de su concha. Cuando veas que sacan los cuernos y el cuerpo afuera, sube el fuego al máximo para que comience a hervir el agua.
Ahora ya están listos para cocinarlos.
INGREDIENTES
500 g de caracoles - 150 g de jamón serrano - 3 tomates - 2 cebollas
30 almendras - 4 dientes de ajo - 1 guindilla - 1 cucharada de pimentón
1 hoja de laurel - Azafrán - Aceite - Sal - Perejil
Tenemos los caracoles limpios y cocidos.
Para la salsa pon aceite en una cazuela plana.
Trocea las cebollas y los tomates que tenemos pelados y mételos a la cazuela. Filetea los ajos y añádelos a la cazuela junto con la hoja de laurel y la guindilla. Sala y cuece todo durante 20 minutos.
Cuando la salsa esté hirviendo, incorpora el jamón troceado, el azafrán y el pimentón. Mete los caracoles y mezcla bien.
Machaca las almendras en el mortero y añádelo a la cazuela, mezcla y deja cocer a fuego lento otros 10 minutos.
Saca los caracoles a una fuente grande y adorna el plato poniendo en la mitad la hoja de laurel y la guindilla.