Ingredientes:
1 Conejo,
1
Cebolla,
Ajos, 2 ó
3 diente
1 hoja de
laurel
Tomillo
seco,
Pimienta
negra, 10-12 granos
Sal
Vino
blanco, 1/2 vaso de los de agua
Mostaza
al gusto, 2 cucharadas
Manteca
de cerdo, 1 cucharada colmada
Patatas,
para acompañar
Preparacion
Limpiamos
y troceamos el conejo, reservamos.
Pelamos y
picamos muy menudito la cebolla y los ajos, reservamos.
Ponemos,
en una cazuela al fuego, la manteca de cerdo y dejamos que se derrita.
Cuando
esté derretida, incorporamos el conejo troceado y sellamos bien las piezas por
todas sus caras, retiramos, salamos y reservamos.
A
continuación, en la misma cazuela con la grasa que nos queda, pochamos a fuego
lento la cebolla y ajos picados que teníamos reservados.
Le
añadimos el laurel, tomillo, granos de pimienta, un pelín de sal y seguimos
pochando.
Cuando
esté todo bien pochadito, incorporamos los trozos de conejo reservados,
removemos todo y dejamos que se integren durante un par de minutos.
A
continuación vertemos un buen chorro de vino blanco, dejamos evaporar el
alcohol y le ponemos un poco de agua ó caldo caliente.
Añadimos
un poco de sal, bajamos el fuego y dejamos cocer a hasta que el conejo
esté tierno, el tiempo dependerá de si es de granja ó de campo.
Una vez
esté en su punto, sacamos las piezas y ponemos sobre la fuente de servir.
Retiramos
la hoja de laurel y trituramos la salsa, la pasamos por un chino y volvemos a
ponerla en la cazuela.
Le
añadimos la mostaza y dejamos integrarse con la salsa y reducir durante un par
de minutos a fuego lento y removiendo para que no se agarre al fondo.
Rectificamos
de sal.
Salseamos
el conejo y servimos con patatas hervidas y salteadas.